sábado, 25 de septiembre de 2010

Instrucciones para salir del pozo

Lo primero es partir de un axioma fundamental: "hay momentos en los que se vuelve absolutamente necesario tocar fondo", ¿qué quiere decir esto? que, a veces, la única forma de seguir es no seguir, llegar a lo más profundo, dejarse caer, y caer, y caer, darle un portazo al mundo, mandar todo y a todos al diablo, llorar, gritar, putear, porque a veces es preciso perderse para volver a encontrarse, hundirse para salir a flote de nuevo, claro, hay que aclarar que no se trata de tirarsae en la cama, seis meses, con una montaña de pañuelos empados en lágrimas al lado, éso está bien para la literatura romántica , pero esto señoras y señores, esto no es ficción, es la vida real, y debo decirles que a la vida hay que vivirla o, si prefieren, sobrevivirla, no hay otra, como dije, vale tocar fondo pero a despertarse, la vida no para, las estaciones se suceden, las hojas caen y vuelve el verde, pasa el sol, el viento, la lluvia, corre el almanaque, las semanas se vuelven meses y los meses años, pasan los autos, pasa la gente, pasan los cumpleaños, todo pasa y sigue pasando. Por eso, después de chocar de frente con la oscuridad, no queda sino seguir a tientas, palpando, adivinando. Y ahora sí, a dejar la cama y darse un pequeño baño de sol, a empaparse con su luz unos minutos, luego  ponemos stop a la lista de canciones tristes y  armamos una con las más pilas; a subir el volumen, a saltar y gritar de un lado a otro, a abrir el ropero, nada de negro, nada de gris, tampoco blanco, revolver y buscar; rojo, amarillo, naranja, vamos!, mirarse al espejo y transformar esa línea recta que forman los labios en un semicírculo, buscar el impermeable, ponernos a salvo, tomar un vaso, colocar dentro un chorrito de nuestros afectos, de nuestra gente, una pizca de alegría, unas gotitas de buenos momentos, un poquito de sol, nubes, primaveras, vientos, algunas flores bien perfumadas, revolver con fuerza hasta que espese. Una vez logrado añadir nuestras canciones, una buena peli, una mascota, algunxs amigxs, la familia, los amores, un gramo de esperanza y muchas sonrisas y, por supuesto, cada quién tendrá su ingrediente secreto. Ahora sí, a beberlo todo y con mucha, mucha azúcar, bueno... yo edulcorante, hasta el fondo y sin dejar una gotita; estamos listos, lo que sigue es abrir la puerta y salir al mundo; y ahí está, todo para vos, esperándote, ¿no te lo vas a perder, verdad?, yo sé que no. Uh, alerta! problema a la vista, no importa es simple, levantá el brazo de manera que éste forme un ángulo recto con el resto del cuerpo, abrí la mano con los cinco dedos apuntando hacia arriba y la palma de frente al problema (o a la persona mala onda) y acto seguido decí: -hoy no, esta vez somos solamente el mundo y yo, y seguí tu camino, primero un paso luego el otro, listo! estás afuera, ¿complicado, no ? sí, pero no imposible, y al final siempre vale la pena... Un día a la vez y vamos armando una vida, nuestra vida.

jueves, 23 de septiembre de 2010

ROMPECABEZAS

A veces me desarmo, me rompo, me destrozo y las piezas se dispersan, vuelan por el aire, van y vienen, se escapan, se me escapan y vuelven para otra vez unirse, pero nunca como la última vez, entonces me (re)invento, me (re)construyo, me (re)construyen, los afectos, lxs amigxs, los momentos, lo andado, todo forma parte de ese volver a ser, de esa nueva manera de ser que descubro. Y ahí estoy, soy esa suma de partes que siempre se acomodan de manera distinta, soy yo, soy lxs demás, soy la risa, soy la primavera, soy las lágrimas, soy un tropezón, una hoja que vuela, una canción, un abrazo, soy recuerdos, soy momentos, soy tardes de domingos, soy siestas, soy lo que elijo ser y también lo que no elijo, soy lo que hago de mí y lo que lxs demás hacen de mí, una construcción siempre individual y siempre colectiva a un mismo tiempo. Soy cruce, soy historias, soy contradicciones y también soy posibilidad, creo que lo que más me gusta es ser posibilidad, posibilidad de cambiar,  de querer, de creer, de escuchar ...
A veces me desarmo, me rompo, me destrozo y las piezas se dispersan, vuelan por el aire...
Entonces vuelvo a ser, las piezas nunca encajan de la misma manera y la verdad, me gusta porque implica seguir, crecer, descubrir.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Esta mañana cuando desperté no pude menos que sentirme burlada, los deseos y mi cabeza me jugaron una mala pasada. La noche era hermosa y la luna grande, brillante, me sonreía de a ratos mientras yo me sonrojaba. El cuadro era perfecto, cada detalle parecía haber sido pintado para mí, para logar ese clima mágico, y yo... yo volaba, me dejaba llevar, arrastrada por el viento, me perdía entre barriletes de colores, entre libros de cuentos, entre canciones, entre sonrisas, entre corazones que volvían a latir, me perdía en el oceáno, en una granja, en un charco, me perdía entre aplausos, aplausos de alegría, me perdía entre números, entre cubos mágicos, entre garabatos, entre líneas que prometían volverse autos, árboles, casas, perros, y seguía perdiéndome. Un vuelo de esperanza, un vuelo de posibilidad, un vuelo de certezas, un vuelo que se volvía cada vez más concreto, un vuelo que se dejaba ser, que se permitía existir y en ese vuelo me perdía, en ese vuelo me veía, en ese vuelo encontraba aquel abrazo, un abrazo con susurros, con rumores, un abrazo que me hablaba, que me decía y yo reía, yo era feliz, entre esos brazos era feliz, y entonces volvía a creer, y volaba, y lloraba, y pensaba, y fantaseaba, y creía nuevamente, y otra vez, y otra vez, y otra vez... Y entonces lo inevitable, tan alto volaba que dejé atrás la noche, lentamnete me acercaba al sol, los rayos empezaban a quemarme, los ojos me ardían, la luz me cegó completamente, llevé mis manos a la cara como un intento de autodefensa y permanecí así un par de minutos hasta que un ruido me sacudió, miré al costado y vi mi despertador, ¡las 8! de un salto me puse en pie.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Con aroma a toda una vida...

La vida está hecha de momentos, es cierto, pero también está hecha de aromas, cada uno con su historia, con sus llantos, con sus alegrías, con sus miedos. El olor a tierra mojada, por ejemplo, me traslada rápidamente al parque, a la salida de la facu, a charlas de a dos camino a casa, disfrutando del placer compartido que genera sentir la lluvia en nuestro cuerpo, o el olor a abuela, a mi abuela, inconfundible fragancia que, de inmediato, trae su rostro a la memoria. Toda una vida hecha de aromas encerrados en un frasquito que, de repente, destapamos y empiezan a impregnarlo todo, una especie de motor que pone a trabajar la memoria y entonces ahí estoy, buscándote entre una multitud, persiguiendo tu olor, tratando de que no te me escapes, yo sé que estás ahí, es tu perfume, no me equivoco, no lo olvido, aunque quiera, no lo olvido, como tampoco olvido los jazmines que, inevitablemente, me recuerdan a mamá, o el olor a lavandina que me devuelve a aquellos días de hospital, habitación 8, cama 4, gente, llantos, miedo, mucho miedo.... Qué decir del olor a torta frita, tristes, muy tristes recuerdos, tardes de frío que ya no vuelven. Aromas que nos traen a la memoria amigos, amores, desamores, momentos, lugares. Aromas que no se olvidan, que siempre vuelven, el olor a mi ropa, a mi cuarto, a mis queridos libros. Aromas que duelen, aromas que cortan, aromas que tranquilizan, aromas que sangran como el primer día. Aroma a viejo, a pasado, a puertas cerradas, aroma a esperanza, a oportunidad, a presente, a futuro, aromas que ayudan a vivir, aroma a silencio, aroma a promesas, a cumpleaños, a despedidas, a afectos, a mi gente, a la tuya, aroma a chocolate, a mañanas de mates y tortillas, aroma a jardines, a torta de nueces, a caramelos media hora, aroma a los que nos dejaron y a los que siguen, aroma a manzanas verdes, rojas, aroma a desencuentro, a caída, aroma a deseo, a pizza, a tardes de licuado, a bancos de plaza, con facturas y "citric", aroma a distancia, a tierra colorada, a tereré, aroma a historias cerradas, a cosas que no vuelven, a personas que no vuelven, aroma a cine, a pochoclo, a manzanitas acarameladas, aroma a rosas, a claveles, aroma a charlas de colectivo, aroma a barrio, a mi calle, a siestas de verano, a noches compartidas, aroma a madera, a caminatas, aroma a nuestras galletas, aroma a vos, a mí, a todos, a ninguno, aroma a submarino con churros, a frías tardes, aroma a biblioteca, a soledad, aromas...... sólo aromas.

martes, 14 de septiembre de 2010

En pleno carnaval

"a veces es dificil ser
y lo que hay no siempre
es lo que es 
y lo que es
no es siempre lo que ves"
(Pedro Guerra)


Lo aparente, lo real, lo que es, lo que no es (aunque me gustaría que sea), lo que tal vez, lo que ya no es, lo que fue, lo blanco, lo negro y también lo gris. Una especie de juego interminable, una pieza de baile en pleno carnaval veneciano. Sé que bajo alguna máscara estás, pero antes tengo que encontrarme a mí, que también estoy. No salto, todavía no salto, y eso que es una de las cosas que mejor me sale, hablo de saltar, claro, porque, para ser sincera, el resultado del salto no es simpre el mejor. Seguramente el problema son estas malditas ganas de ir para un lado y, sin embargo, seguir caminando para el otro, ¿inconscientemente? mmmm.... ¡creo que no! De nuevo lo aparente, lo real, lo que soy, lo que no soy, la que soy, la que no soy. Y ¿quién soy?.
Al final de eso se trata, de una búsqueda, una eterna búsqueda, un laberinto de idas y vueltas y, aunque no siempre se encuentra, está bueno poder encontrarnos, a nosotros mismos, con nosotros mismos y así, frente al espejo, el carnaval termina y la máscara fialmente cae.