Te recorro, te adivino, te imagino. ¿Transgredir?, ¿trangredirme?, ¿por qué no?. Esconderse para aparecer de nuevo, una y otra vez, de nuevo.
A veces me pregunto ¿si saltamos?, ¿que sucederá si saltamos?, tal vez nada cambie, o tal vez todo cambie, quién sabe, pero realmente esto del azar me tiene algo preocupada porque... si lo gastamos, entonces cómo te encuetro.
Y entonces escribo,
para decirte y también para no decirte,
para que me leas y quizás, te leas,
y para que sepas que la próxima seguro te regalo un mate, pero ojo con mis apuntes.
2 comentarios:
y si saltàs hasta mi???? no tenès ganas, rubia!!!!
Hola Mel, yo tb andaré por aquí, ahora mismo me he quedado leyendo mientras pospongo un encuentro y me pregunto lo mismo y si saltamos?
He saltado muchas veces ya, muchas me hice pelota contra el suelo y otras sin saber que tenía alas he volado y alguna vez hubo una red o un ángel que me supo sostener a tiempo porque no había alas ni paracaídas que se me abrieran en plena caída.
Caída libre, posible tortazo!
Pero y si resulta que volás?
¿Quién te quita lo bailado?
El golpe te caigas o no, lo tenés garantizado. Aunque no saltes, aunque te quedes quietita en la cornisa, el golpe lo tenés garantizado, en cambio el placer del salto ahhhh!!!
Ese sólo vos podés darlo!
Saludos ;)
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